Nuestros hijos deben tener estas competencias, fundamentales para ser felices y emocionalmente competentes.
Dedícale unos minutos a la lectura de este post, te interesará.
1. Hay que saber hacer preguntas. Lo que más deseamos para nuestros hijos, como estudiantes, es ser capaz de aprender por sí mismos. El primer paso para aprender de forma autónoma es aprender a hacer preguntas. Por suerte, los niños hacen esto de forma natural, nosotros solo debemos alentarles a ello.
2. Debe ser capaz de resolver problemas. Si un niño puede resolver problemas, puede con todo. Un trabajo nuevo puede ser intimidante para cualquiera de nosotros, pero en realidad es sólo otro problema a resolver. Una nueva habilidad, un nuevo ambiente, una nueva necesidad… son todos los problemas que hay que resolver simplemente. Enseña a tu hijo a resolver problemas mediante el modelado de solución de problemas simples. De lo fácil a lo complicado…acabará haciéndolo solo. Y recompensa esos esfuerzos. Con el tiempo, tu hijo desarrollará confianza en sus habilidades de resolución de problemas, y entonces no habrá nada que no pueda hacer.
3. Enséñale a abordar proyectos. Enséñale a afrontar la vida como si fueran proyectos…pequeños proyectos vitales que puede ir alcanzando. Este blog es un proyecto. Escribir un libro es un proyecto. La venta del libro es otro proyecto. Hacer los deberes de Matemáticas es un proyecto. Aprobar Francés es un proyecto (;-))Trabaja en proyectos con tu hijo, dejándole ver cómo se hace, y luego dejando que lo haga cada vez más por sí mismo. A medida que gane confianza, lo hará más por su cuenta. Pronto, su aprendizaje será sólo una serie de proyectos con los que está entusiasmado.
4. Ayúdale a encontrar pasión. Ayúdale a emocionarse, enséñale a buscar aquello que lo emociona en cada proyecto. Conseguirás su compromiso y su felicidad. Por supuesto, déjale que encuentre sus pasiones.. deja que busque en qué se apasiona…y ayúdale a disfrutar.
5. Procura y potencia su independencia. Deja que progresivamente sean autónomos. Cometerán errores, forman parte del aprendizaje…ganarán en confianza y tendrán éxitos. No necesitarán ni un papá ni una mamá que en la edad adulta aún deban tener protagonismo en sus decisiones vitales, asumiendo responsabilidades que no son suyas. Tampoco necesitará un jefe que les diga qué hacer en cada momento de su vida profesional. Serán personas libres y averiguarán qué dirección tomar.
6. Deja a tu hijo ser feliz por su cuenta. No cuides todos los detalles para que tus hijos sean felices. Cuando el niño crece, él no sabrá cómo ser feliz, y necesitará del afecto y el cuidado de otros (novios, amigos…) no será capaz de ser feliz consigo mismo y su autoestima dependerá del juicio de otros. Hay que fomentar que los peques estén solos desde una edad temprana: ofrecerles momentos de intimidad y soledad.
7. Dótalo de una habilidad fundamental: la compasión. Ser feliz haciendo felices a los demás. ¿Cómo se enseña ésto? Sé compasivo con tu hijo en todo momento, muéstrale empatía, piensa en voz alta sobre cómo cree que otros puedan sentir. Demuéstrale en cada oportunidad cómo aliviar el sufrimiento de los demás cuando sea posible.
8. Demuestra tu tolerancia. No seas intolerante con las diferencias. Respeta y enseñarás respeto.
9. Aprender a aceptar el cambio. Creo que esta será una de las habilidades más esenciales en lo que nuestros niños crezcan, ya que el mundo está en constante cambio y ser capaz de aceptar el cambio, para hacer frente al cambio, para navegar por el flujo del cambio, será una ventaja competitiva. Esta es una habilidad que todavía estamos aprendiendo todos. Muéstrale a tu hijo que los cambios están bien, que se puede adaptar, que puede aprovechar las oportunidades nuevas que no estaban allí antes, …debe ser una prioridad.
La vida es una aventura, y las cosas pueden salir mal, o salir de manera diferente de lo que esperaba, y eso es parte de la emoción. Hay que prepararlos. Y nosotros, somos responsables.